05. Posibles causas del autismo. (2 min 06 s)

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Una pregunta común después de un diagnóstico de autismo es qué lo causo. A ciencia cierta, es posible que nunca se tenga una respuesta segura; sabemos que no hay una sola causa del autismo. Las investigaciones sugieren que el autismo se desarrolla a partir de una combinación de influencias genéticas o ambientales.

Estas influencias parecen aumentar el riesgo de que un niño desarrolle autismo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que un mayor riesgo no es lo mismo que una causa. Por ejemplo, algunos cambios genéticos asociados con el autismo también se pueden encontrar en personas que no tienen el trastorno. Del mismo modo, no todas las personas expuestas a un factor de riesgo ambiental para el autismo desarrollarán el trastorno.

Es importante notar que los cambios en ciertos genes aumentan el riesgo de que un niño desarrolle autismo. Si uno de los padres es portador de uno o más de estos cambios genéticos, pueden transmitirse a un hijo (incluso si el padre no tiene autismo).

Muchos estudios demuestran que ciertas influencias ambientales pueden aumentar o reducir el riesgo de autismo en personas que están genéticamente predispuestas al trastorno. Dentro de ellos están:

Riesgo avanzado. Edad avanzada de los padres (cualquiera de los padres). Complicaciones del embarazo y el parto (por ejemplo, prematuridad extrema, bajo peso al nacer, embarazos múltiples. Embarazos con menos de un año de diferencia.

Sin efecto sobre el riesgo. Vacunas: cada familia tiene una experiencia única con un diagnóstico de autismo, y para algunas se corresponde con el momento de las vacunas de sus hijos. Al mismo tiempo, los científicos han realizado extensas investigaciones durante las últimas dos décadas para determinar si existe algún vínculo entre las vacunas infantiles y el autismo. Los resultados de esta investigación son claros: las vacunas no causan autismo.